lunes, 19 de noviembre de 2012

Destinos

Ni siquiera siendo la polyphármakos, la bruja de los mil millones de pócimas, Circe pudo retener a Odiseo un día más. Ni siquiera la ignorancia o el no querer creer pueden con el cumplimiento de un destino inexorable, que moldeamos a nuestro antojo solamente en las esquinas. Ni puede hacerlo olvidar una eternidad inmortal en una isla tan parecida al Paraíso, que se aleja demasiado de las imperfecciones mundanas que uno desea. Ni siquiera Circe puede con el destino de una Ítaca anhelada.
¿Pero es que,acaso, tú tienes otro destino que no sea yo?