martes, 13 de septiembre de 2011

Martes 13

Hace un mes que ha dejado de creer en supersticiones. Por eso hoy es un martes igual que otro. Igual que un lunes, igual que un doce.
Hace una semana que ha dejado de desear que los demás crean en supersticiones. Y lo mismo da un martes 13 que un espejo roto. No importa ya que no vean las señales o que parezca que no existan en realidad.
Hace cuatro días que ha decidido dejar de esperar. Ya no vale sentarse simplemente esperando a que la vida cambie, a que las opiniones cambien.
Hace dos horas que ha dejado de desear. Ha borrado los fantasmas y ha salido a correr detrás de realidades corpóreas. Sin idealizaciones. Sin supersticiones.
...I can't always be playing, playing your fool...

lunes, 29 de agosto de 2011

Estrellas

Creo que hoy es un día especial. El día en que simplemente he decidido vivir. En el que he descubierto que ya no vale soñar con ser mayor. El día en que lo soy. Elijo. Me gusta. El temblor de un posible futuro parkinson queda lejos. Soy niña en realidad. Me gusta también. El sol calienta. Las estrellas se multiplican, en la pared y en la piel. Sigo soñando, pero ya con otros guiones. Me sonríen y sonrío. Deambulo en dirección norte, mi norte, y comprendo que ya no es que sea Julieta o Sibyl Vane. Soy toda la literatura que se me ha quedado impregnada en los poros. Soy Tchaikovsky y soy cisne. Soy miles de muescas de cada segundo que pasa, de cada aliento que se desprende. De ti. Pero sobre todo de mí.

lunes, 1 de agosto de 2011

Poesía

Hoy la poesía se ha quedado lejos. Y no es por el alcohol corriendo por las venas, ni por el montón de caras monótonas una noche de final de julio. Es por las ganas, por la falta de esperanzas en cada una de las miradas, por saber que las escenas de películas quedan en un universo alternativo que no llega a cruzarse con la realidad. No es verano en realidad, a pesar del calor. Porque no hay futuro en ninguna de la palabras que pronuncia la gente del bar. Y está bien el carpe diem, sólo tener en cuenta el presente. Pero un puñado de locos que gritan al hoy no serán capaces nunca de convencernos de que no nos hacemos mayores, de que no da igual que sea viernes o domingo. De que no estamos echando nuestra vida a perder buscando aún ideales de cuento mientras el tiempo pasa sin detenerse, aunque no queramos asimilarlo. Por eso ya no nos importa Rubén Darío, ni Baudelaire, ni Kavafis, ni Conte, ni ninguna de las voces que puedan hacernos sentir que nunca llegaremos a ser artistas en busca de un sueño.

viernes, 29 de julio de 2011

Conciertos

El correr en éxtasis para llegar a tiempo con un papel rectangular intacto en el bolsillo, la espera minutos antes de que todo empiece con la impaciencia habitual, el preguntarse con qué canción dará comienzo la noche, la emoción al oír las primeras notas y el primer hilo de voz, el escenario presidiendo la mejor plaza pétrea del mundo, el gritar como si no hubiese un mañana, el saltar sincronizado con el de al lado y de delante, el vuelco en el pecho al escuchar esa canción, el sentir las vibraciones del bajo, la apoteosis final. El vacío. El recuerdo de uno de los mejores momentos de toda una vida.

lunes, 18 de julio de 2011

Domingo

No es un lunes cualquiera cuando el ansia reconcome cada hueco del estómago y sólo se ven dramas. Es domingo. Siempre domingo, cuando nos arrastramos de pared en pared hasta la cama para esperar en posición fetal un rescate o la nada.
No esperemos nada entonces. Dejemos que Bécquer y Conte pasen desapercibidos. Que ya no sea el domingo de verano ni el domingo de invierno en que me enamoré de cada uno de ellos. O con ellos.
Dejemos que el tiempo pase, que se olvide el ansia, que el destino elija. Mientras cambiamos dramas por comedias y palabras profundas por vocablos insulsos. Trastoquemos la semana, creemos no-días que pertenezcan a un universo alternativo. Olvidemos pronunciar la s, la sintaxis y el orden en general. Saltemos los límites de una falsa realidad. Sintámonos libres al poder desencadenarnos de las esperanzas.
Tal vez entonces echaremos de menos la poética de los domingos.

viernes, 1 de julio de 2011

Poetas malditos

¿En qué momento hemos olvidado decir que no? ¿Qué clase de dios juega a que nos debatamos entre la impotencia y el creer que puedan ser verdad ensoñaciones absurdas? ¿Por qué ahora el hastío, el spleen et idèal, después de tanto tiempo sin leer más que a poetas griegos e italianos? ¿Por qué ahora que los poetas franceses han quedado tan lejos? ¿Por qué aparecen malditas dulzuras que parecen enviadas por Baudelaire que indican que no sirve de nada escuchar solamente punk y canciones con letras absurdas si T.S. Eliot aún no ha sido olvidado? ¿A quién gritar que eso en realidad no importa porque todo está maldito ya y que Psique no va a volver a despertar porque Eros ya no se preocupa por ella?

miércoles, 22 de junio de 2011

París (II)

Siempre de vuelta. En aeropuertos, tierra de nadie.
Ya no suena ni ha sonado el perfecto francés de Baudelaire. Tampoco exactamente las voces de la Revolución Francesa pidiendo sangre. Aunque la sangre sí ha corrido un poco. Se ve en las despedidas tristes, con tantos "te echo de menos" que no se dicen, pero que flotan en el aire. Igual que los "es rara la vida sin vosotros". Y sólo ahora, cuando las caras son alegres, pero las sonrisas amargas. Cuando las palabras "lejos" y "escapar" suenan demasiado a menudo.
Y se nota que no gusta. A ninguno. Que queremos que la vida siga, que el viaje siga. Y es que Kavafis siempre tiene razón y no importan ya las Ítacas, sólo el camino. Por eso llegar a Ítaca, tenerla ya, no es como nadie se espera. Siempre habrá algo que no estará bien. Tal vez porque la búsqueda de imposibles es incompatible con conformarse.
Pero siempre nos quedará París, las galerías de arte y el "te seguiré echando de menos".

martes, 14 de junio de 2011

Vidas Paralelas

Sé que no es yo. Y sin embargo, hemos nacido el mismo día, hemos vivido paralelamente miles de sucesos dignos de recordar una noche en la puerta del bar que está cerrando, aunque siempre sin cruzarse. Casualmente las dos teníamos rosas amarillas en el jardín y una luna colgando de la pared. Más tarde me enteraré de que un día de lluvia cambió su vida y que siempre la han considerado diferente porque no se ajusta a la realidad. Hoy sé que en algún momento hemos decidido que a partir de ayer sólo importa el yo, después de aventuras paralelas tras correr cientos de kilómetros en busca de nada. Tal vez nos hayamos encontrado ya en las nubes o en la página de algún libro viejo.
Y me pregunto si  también odiará las montañas rusas de sensaciones que se mueven entre polos opuestos, sin medias tintas; si escuchará música a medias entre el punk, el rock y lo surrealista para tapar el vacío; si también abrirá la ventana para no olvidar que la realidad no está tan lejos.

lunes, 6 de junio de 2011

Paraísos perdidos

Nunca hemos sido capaces de apreciar realmente la gran diferencia que existe entre el verde y el gris. Diferencias abismales de esperanza o placer y la elegancia de lo monótono. Nunca valoramos de verdad la magia de conocer (o tal vez re-conocer) un pequeño detalle nuevo ni el encanto de lo que se escapa al control humano. Nunca estimamos lo suficiente los momentos de meter los pies en el agua fría, mojarnos con la lluvia ni el calor del sol. Como tampoco todos esos momentos que pasamos por alto y que se olvidan como si nunca los hubiésemos vivido porque son tan naturales y sencillos que no encajan en una agenda marrón.
¿Podremos algún día darnos cuenta de lo que significa simplemente comer una manzana? Porque Eva nunca fue en realidad la creadora de un mundo de asfalto.

...Te prometo, amor mío, la manzana.
C. Oliver

miércoles, 1 de junio de 2011

Balances de mayo

Son días de cambio, de revolución, de escribir la historia. De no perder la fe en la humanidad, o en la sociedad.
Tiempos de mayo. De un mayo revuelto, entre la insatisfacción pública, la protesta pacífica y el darse cuenta de que a pesar de todo la vida no se detiene.
Tiempo de flores, de asambleas, de poesía. Tiempo de desesperación, de conseguir un futuro.
Son días de calor, de tormenta, de decisiones.
Un mayo en que he levantado las manos en silencio, he gritado, he soñado. He perdido.
Un mes de lucha, de reír hasta llorar, de pensar en que no hay otro lugar, de ya no jugar a ser mayor, sino de intentar serlo. Un mes de esperanza, melancolía, primavera, de buscar un hueco.
Tiempos de series, de personajes raros, de caras interesantes, de enamoramientos efímeros, de recuperar momentos perdidos, de ajetreo, de deseos insatisfechos.
Son días de intentar un cambio.

sábado, 21 de mayo de 2011

Revolución

Porque al fin hemos demostrado que la unión hace la fuerza, que queremos un cambio, que es mentira que seamos indiferentes a todo lo que pase, y por miles de cosas más.

viernes, 29 de abril de 2011

Retorno (con Eugenio Montale)

Sólo queda un pequeño vaso de helado, un libro, un papel ya medio roto en la cartera, un mapa. La foto de mis pies, el nombre de una plaza, las ventanas intactas. Las palabras escritas en una libreta negra, las ganas de más. Yo.
Y la página 255:

[La speranza di pure rivederti]
La speranza di pure rivederti
m'abbandonava;

e mi chiesi se questo che mi chiude
ogni senso di te, schermo d'immagini,
ha i segni della morte o dal passato
è in esso, ma distorno e fatto labile,
un tuo barbaglio

Eugenio Montale

miércoles, 13 de abril de 2011

Sibyl Vane

Resulta paradógico que El retrato de Dorian Gray recordase a Julieta ayer. Precisamente ayer, cuando Italia ha aparecido de nuevo. Tal vez la casualidad haya querido hacerme ver que el papel de Julieta se ha acabado. O ha trascendido más bien. Ayer empecé a entender que era Sibyl Vane, o quizás empecé a entender que ya lo era antes. Pero sin suicidios finales. Que todos son actores. Hedonistas. Son Dorian Gray, ya después de una fugaz juventud impoluta. Y yo una decena de heroínas trágicas aunadas en Sibyl Vane. Fingidas. Sin conexión con la realidad más que mediante literatura y teatro.
Justo hasta el momento en que deje de asumir como propio un papel que no se corresponde con la verdadera historia. O hasta que el hedonismo propagado por lord Henry deje de hacer efecto.

lunes, 4 de abril de 2011

Perseo

Caminaba calle arriba a las mil y una de la madrugada de un día cualquiera cuando se encontró a Andrómeda sentada en un portal, aún compuesta por el brillo de las pocas estrellas que le quedaban. Pero en su ojo izquierdo Alpheratz comenzaba a extinguirse lentamente, no sabía si por la lluvia o el olvido de su propia existencia. Se paró enfrente, sin decir nada, pensando en las cien mil millones de veces que la había visto tan lejos, que había pensado que sólo eran brillantes luces incorpóreas. Se acordó entonces de una historia interminable en donde lo que cae en el olvido o no se considera real, desaparece. Era por todas aquellas luces artificiales que intentaban hacerle sombra, porque ya nadie recordaba que en otra vida había sido hija de Cefeo y Casiopea, porque si algo no se ve parece que no existe. Por eso se estaba apagando en aquel portal oscuro, sin hacer apenas ruído, imperceptible para quien no sabe ver. Sin pensárselo dos veces, decidió liberarla de los monstruos que la estaban consumiendo, cegando las farolas que había alrededor como si tuviese la cabeza de Medusa entre las manos para matar a decenas de Cetus. El silencio continuaba, pero la luz cada vez era mayor.

jueves, 31 de marzo de 2011

Post mutationem

La vi aquella tarde, apoyada en la barandilla, agarrándose los brazos con fuerza, mientras el viento le movía el pelo y cerraba los ojos. Pude notar cómo intentaba desprenderse de versos ya olvidados cantados por un Catulo que en realidad era un no-me-importa-quién: "Viuamus, mea Lesbia, atque amemus".  Sonreía por no tener que recordar más susurros, ni temer más noes, ni imaginar confesiones inventadas para la ocasión. Creo que me fijé en ella porque en ese momento las dos pensábamos que cuando los sueños se acercan pierden su brillo dorado y se convierten en desencanto. Sabía que habría más, más pasados ideados a medida y el mismo futuro por inventar, otras canciones y poemas, o incluso los mismos, pero ya con un significado completamente diferente.
Por eso, después de un cambio sustancial, sólo se repite: Viuo, ego, Lesbia.

martes, 15 de marzo de 2011

Insomnio

La tónica habitual de sus últimos 46 días. Pero esta vez sin poder distraerlo con fantasías absurdas, con sonrisas de plástico, ni con los restos de la cena fría en la cocina. Sabía que acabaría volviéndose loca, aún sin haber cometido ningún crimen del que sentirse culpable, aunque la sangre caía a chorros por la puerta del congelador. Y, a pesar de todo, la última palabra de cada verso seguía martilleando su cabeza, porque no estaban escritas para nadie más en ese preciso momento. Así que, conciencia limpia en mano y corazón guardado bajo llave en un cajón, se pone los guantes que ha usado tantas veces en tan pocos meses que ya ha perdido la cuenta para dar el primer golpe e intentar dormir al fin con la seguridad de que ahora sí era culpable de algo más que de callar y dejar que todo pase.
...Maldita nieve de este largo enero,
nos cubre el hielo de un silencio aterrador,
mejor lo rompo yo...
Ya empezó el segundo asalto...

jueves, 10 de marzo de 2011

Tic - Tac

Tic...tac, tic...tac, tic...
Noto cómo se desvanece, o cómo no llega.
...tac.
Un nudo en el estómago que se junta con temblores en las piernas, un "sé que puedo" pero no sé si quiero, y la indecisión (¿pero no era incertidumbre?), la nada y el todo. Tic...tac. Doscientas mil palabras por decir y nada de lo que hablar, porque sigo sintiendo como pasan los segundos sin nadá más que hacer. Y el tiempo pasa, y pesa, cada vez más, y el reloj no se calla y no permite ni un mínimo descanso para no tener que seguir dudando de si sólo existe un ahora o es ya un pasado.
No me gusta esperar. Tic...
Pero tampoco puedo pararlo. Tac.

viernes, 25 de febrero de 2011

Películas

Ya no hacen falta todas las cervezas de hace una semana para pensar que cada escena de cada película ocurre en cualquier lugar del mundo en algún momento indeterminado, muchas veces con música de fondo, simples instantáneas sin principio ni final. De hecho, toda esta historia es tan parecida al guión de una película tan típica que podría hacer la suya propia, componiendo la banda sonora canción a canción. En estos momentos suena una de ellas. Y entonces lo único que piensa es que fumarse un cigarro en la ventana mientras los rayos de un sol que parece de primavera le calientan la piel, es lo más parecido al paraíso.

...Turn Me On
Like a flower
Waiting to bloom
Like a lightbulb
In a dark room
I'm just sittin here waiting for you
To come on home and turn me on...

domingo, 20 de febrero de 2011

Escena 7

Junto a la oscuridad y la nada, mientras se retoca el pelo esperando una señal, cree oír palabras salidas de un rincón a miles de kilómetros de distancia. Todas esas palabras que no pudo ver ayer. Lo ha imaginado tantas veces que le parece estar desgastando ideales. Ni siquiera una tarde de policromía románica  es suficiente para convencerla de que nada cambia radicalmente en la milésima de segundo en que pestañea. Lo que sucede en verdad es que intenta evadir realidades, así que trata de demostrarse que es imposible convertir fantasías en algo más que simples utopías vacías. Realmente es una cobarde, por eso necesita un señor Dufayel en la escalera de al lado que le diga que se olvide de estratagemas innecesarias, porque da igual tener los ojos abiertos o cerrados cuando todo se corresponde y cuando lo único que queda es actuar.

martes, 15 de febrero de 2011

Luces de neón

Mientras propones un panteísmo absurdo, donde todo es nada y nada es todo, todos oyen sólo lo que quieren escuchar. ¿No ves que nadie hace preguntas sin respuesta? Dices que las Musas se han muerto, o que las has matado tú, igual que Nietzsche a Dios. Tal vez es cierto y por eso nadie es capaz ya de escribir poemas épicos acerca de odiseas sin sentido en noches de sábado. Y sin embargo las luces siguen siendo igual de brillantes.

miércoles, 9 de febrero de 2011

After Hours

Hoy apenas puedo recordar con qué canción o con qué olor empezó el año. Supongo que mis neuronas estaban demasiado cansadas como para capturar cualquier sonido o cualquier aroma. Fue como si no hubiese pasado nada, hasta que empezó a sonar After hours. Sucedió días después, empezó a sonar mientras veía una película que hablaba de sueños y que me hizo pensar en todas las cosas que fueron, que no sé si están siendo y que tal vez serán. Entonces empecé a desear con más intensidad las conversaciones, la nieve, el verano, las vacaciones, las sorpresas, las posibilidades, los futuros, las guitarras, los pianos, los días, las noches, los espaguetis con nata, el vino... Y volví a recordar una retahíla de imágenes inconexas: rarezas, calles vacías, humor negro, zapatos marrones, Lou Reed, Maureen Tucker, luces en la ventana, aquel portal y las 2 de la madrugada.

...If you close the door
the night could last forever
Leave the sunshine out
and say hello to never...

martes, 1 de febrero de 2011

...

Hoy definitivamente han dejado de sonar las teclas del piano. No hay canciones, no hay estrellas, no hay sol.
Sólo se oyen murmullos apagados y sollozos tristes.
Hoy desearía creer en algo y no siemplemente ver. Ver una luz apagada, una cama vacía, un sofá desolado.
Un mañana sin ti

viernes, 28 de enero de 2011

Lluvia

Hoy llueve.
Tal vez por eso recuerdo mi propia Ítaca. Esa en donde continuamente cae una gota de agua, donde las teclas del piano suenan con cada una de ellas, donde soñar está al alcance de todos y donde el futuro se funde con el recuerdo del pasado.
Tal vez por eso el mundo reflejado en un espejo se ve en forma de espiral y no como círculos.
Tal vez por eso ahora creo que todo es factible.
Y tal vez por eso hoy suenan las canciones que no sonaban ayer.

domingo, 2 de enero de 2011

Año nuevo

Entre viejos edificios y muros se me olvidó que un día había caminado sobre arena roja.
Hasta que empecé a sentir bajo los pies el tacto de cada uno de los minúsculos granos de arena.
Entonces recordé que seguía viva.
Cerré los ojos y me dejé llevar.
Flotaba como el aire.
Podía notarlo.