Hace una semana que ha dejado de desear que los demás crean en supersticiones. Y lo mismo da un martes 13 que un espejo roto. No importa ya que no vean las señales o que parezca que no existan en realidad.
Hace cuatro días que ha decidido dejar de esperar. Ya no vale sentarse simplemente esperando a que la vida cambie, a que las opiniones cambien.
Hace dos horas que ha dejado de desear. Ha borrado los fantasmas y ha salido a correr detrás de realidades corpóreas. Sin idealizaciones. Sin supersticiones.
...I can't always be playing, playing your fool...