sábado, 26 de noviembre de 2005

A veces en medio de tan sólo unos pocos metros hay un vacío más grande que el que separa más de miles de quilómetros. A veces no nos acordamos de que todo tiene que acabar, que no hay nada que dure para siempre.
"Todo se acaba, todo tiene su final", me dijo alguien una vez. Sonreí al oír esas palabras, quizás porque hay momentos o cosas que queremos que se acaben algún día. En mi caso, sonreí quizás porque era lo único que quería escuchar. "pero tú estarás allí para ver todos esos finales, y aunque no siempre te gusten, los recordarás con una sonrisa en la cara, porque un final lleva a un principio y porque nunca te acordarás de un final sin recordar lo bueno que hubo antes".