domingo, 28 de octubre de 2012

Crónica de un abandono

Tener que reinventar la poética interna de días como hoy a intervalos de tiempo relativamente regulares (y demasiado cortos); tener que buscar rimas de domingo en domingo que no encajan en la métrica de los versos libres con los que se sueña en sábado. Sueños que cuando rozan la realidad es para negarla drásticamente, o para pensar que el ayer no ha existido y el mañana se asentará sobre fantasías que yo considero más verdad que muros palpables. Para hacer como que no te has ido, y convencerme de que volveré a encontrarte una noche, da igual si hoy o dentro de un mes, en la que el tiempo seguirá siendo una abstracción sólo perceptible en el clima. Y desear que el domingo se convierta en un día lleno de los besos de cualquiera para que no me pesen tanto las ganas de los tuyos.